El 26 de septiembre tuve una sesión de grabación para un «docudrama» sobre San Antonio Abad, uno de los padres de la Iglesia en la tradición cristiana. Esta primera jordana continuará a finales de octubre con dos sesiones más en los desiertos de Almería.
Haber podido formar parte de este proyecto ha sido una experiencia muy enriquecedora como actor. Primero porque la vida de San Antonio es fascinante, ya que se trata de uno de los primeros «ermitaños», una persona acomodada económicamente que lo dio todo a los pobres y se retiró al desierto para buscar a Dios y enfrentarse con sus tentaciones.
Y eso tiene mucho que ver con el segundo desafío de esta producción. Yo doy vida a un joven Antonio que tenía visiones muy vívidas de sus tentaciones y sus miedos. Por eso rodamos en croma, algo que yo hacía por primera vez y donde la imaginación jugaba un papel importantísimo. Las indicaciones de la directora eran «ahora aparece un león, ahora hay un terremoto, ahora un serpiente…» Todos esos elementos serán añadidos en postproducción así que tener que vivir esas experiencias sólo con la imaginación han sido un desafío muy bonito ¡Estoy ansioso por ver el resultado!
Mientras tanto os dejo con algunas capturas de la filmación.