
Durante todos los miércoles de Junio (2021) pude tener mi primera experiencia en la sala «Microteatro por dinero». Ya había hecho una obra de microteatro anteriormente pero nunca en este local, pionero en este estilo y referente internacional en esta disciplina.
El texto co-escrito con Elisabet Sánchez trata sobre la vuelta a la normalidad que tiene una pareja que han sido padres recientemente. Una comedia basada en «hechos reales» (jajaja) protagonizada por Carolina Bona y un servidor.
El microteatro tiene esa particularidad de que el público está a pocos centímetros de la acción por lo que cualquier gesto se percibe. Las medidas adoptadas por la pandemia limitaban el aforo a la mitad, pero esa cercanía seguía siendo palpable.
La comedia además tiene esa energía que se crea cuando toda la sala ríe un chiste y que provoca que los actores se «prendan» más y todo el mundo disfrute más de la obra. También es cierto que cuando pasa lo contrario, hay que tener oficio para no «venirse abajo» y poder mantener la energía.
Una gran experiencia que espero no sea la última.
