Hay veces que los rodajes son «fáciles de llevar». Este fue el caso de las fotos que hicimos para UBER. Dos días de «rodaje» en que se tomaban fotos de diferentes escenas que iban creando el director y la gente de producción.
Mi primer día de trabajo fue en los bajos de las 4 torres de Madrid, una zona muy urbana que podría ser escenario de cualquier ciudad moderna y desarrollada del mundo. Creo que por esto los directores eligieron esta localización. La forma en que tomaban las fotos consistía en preparar una escena y realizar una acción repetitiva varias veces hasta que el director y el cliente conseguían la imagen deseada. En general estos trabajos suelen ser «pesados» porque hasta conseguir esa imagen buscada, con varios actores realizando una acción «natural», puede ser difícil de conseguir. Afortunadamente, en esta ocasión tanto el director como el cliente tenían claro lo que querían y además tenían muchas escenas diferentes que plantear con lo cual el ritmo de trabajo avanzaba a muy buen ritmo.

Una de las cosas divertidas a la hora de hacer una campaña internacional, sobre todo si es para EEUU, es que los looks y personajes que se buscan son súper variados. La mayoría de mis escenas las hice con Elena Lichen, una modelo de origen chino criada en España. El resto de los compañeros eran todos de origen africano, indio o asiático. Y esto es uno de los privilegios de este trabajo, conocer a gente muy variada y divertida.
El segundo día fue un poco más complicado por varios motivos. El primero es que el tiempo no acompañaba y casi todas las escenas eran en exteriores. Comenzamos rodando en la casa de campo con bastante frío y poca ropa, ya que el look era veraniego. Como ya he comentado en alguna que otra entrada, esto de ir a «destiempo» con la estación del año correspondiente es de lo más común. La cosa se empezó a poner más intensa cuando la lluvia hizo acto de presencia y no se marchó en un buen rato. Aquí se demostró de nuevo que todo el equipo estaba a favor de avanzar sí o sí, por lo que rápidamente improvisaron una escena en la que nosotros nos subíamos a un choche huyendo de la lluvia, con paraguas y creando un momento divertido y natural. Nos lo pasamos bastante bien a pesar del clima adverso y de que íbamos vestidos muy formales mientras pisábamos charcos y barro.

Después de cenar en el set, todavía nos faltaba una escena más por el centro de Madrid. Esta vez se suponía que éramos un grupo de amigos que tomaban un Uber para salir de fiesta y nuestra acción fue bastante sencilla: música, buen rollo y a pasarlo bien dentro del coche que subía y bajaba por la gran vía. Esta parte creo que se rodó un poco en «plan guerrilla» porque no se había cortado la circulación ni nada parecido (tampoco hacía falta). Esto hacía que la gente se sorprendiera y nos mirara un poco raro… algo que por otra parte los actores también estamos bastante acostumbrados ;).